Enerolina Meléndez un ejemplo de ser humano

Por Miguel de Jesus

En las alturas del municipio de moncion, nació una niña a la que sus padres llamaron Enerolina .En medio de una niñez llena de precariedades, entre muñecas y cruda realidad soñaba.

Trabajadora, bondadosa, madre, luchadora que levanta su voz por los mejores intereses, en 1996, desplegó sus alas por otros cielos, aprovechando la oportunidad de llegar a Estados Unidos.

Hasta alcanzar el sueño americano, sus noches transcurrían en la cocina de un restaurant lavando platos, y luego mesera del mismo .Ella sin tener un familiar en quien recostar sus hombros siguió adelante.

Inicio su trabajo en bienes raíces {real state}, asociada para legal con especialidad en inmigración y notario público, esos logros trajeron la alegría que luego se apagó en el año 2002

Doña Flora, agradable mujer que había aprendido el dialogo con el tabaco para levantar esa familia, se fue con las lluvias y flores de Mayo, a este dolor se sumaba la ausencia de sus hijos que aun vivían aquí.

En la actualidad, Robison y Elizabeth sus retoños son estudiantes excelentes y el varón es además una prometedora estrella del béisbol, ambos junto a su esposo Robison Rodríguez viven rodeados de su amor en la ciudad de Philadelphia.

Tiene su oficina para dar asistencia en inmigración, ha logrado la admiración de la ciudad demostrando que la mujer valiosa no es la que tiene más títulos, sino la que sabe ganarse el respeto.

Enerolina ha sido capaz de sacrificar sus deseos y sueños por hacer felices a otros, su talento y belleza están unidos para servir a los demás, por eso su hogar que además sirve de oficina vive lleno de personas que buscan al ángel que lleva dentro.

Su amor para los que la conocemos es un especial tesoro, por encima de todas las piedras preciosas del mundo, su potencial lo ha desarrollado como persona y como profesional.

Se acercan los días de sus vacaciones por el país y he querido presentar a ustedes las virtudes de esta dama para que cuando se sientan desfallecer, recuerden a Enerolina, mujer que a pesar de las espinas alcanzó su flor.