NUEVA YORK._ Mordiendo a su atacante, una niña de origen dominicano de nueve años de edad, logró zafarse del abusador, huyó, pidió ayuda y posiblemente se salvó de un estupro que planificaba el sujeto, ahora en manos de la policía. La menor que caminaba como siempre hacia un centro donde recibe clases después del horario normal de la escuela, fue interceptada por el individuo, quien la garró por detrás e intentó secuestrarla, obviamente con propósitos muy oscuros.
Actuando con astucia e imaginándose lo peor, la muchacha identificada como Rinna Mackley, no lo pensó dos veces: mordió rápidamente una mano de su frustrado captor, huyó de su lado, pidió ayuda y la policía comenzó la búsqueda del atracador. Leer más
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